La belleza. El objeto del arte

¿Qué es la belleza? Muchos hablan de ella y muchos aportan diversas ideas. Arteaga define la belleza como aquello que provoca "que la imaginación se regocije, que el oído se deleite y que el corazón salte en el pecho". Así pues, ¿se puede aplicar este concepto a la vibración de una cuerda templada de acuerdo a las leyes de la armonía que produce un agradable sonido?

Según Arteaga, sólo se puede dotar de belleza a las cosas cuando se conoce la verdadera naturaleza de la belleza, íntimamente ligada con el conocimiento del alma racional, puesto que el alma, en unión al cuerpo nos dota de la sensibilidad ante las sensaciones que recibimos a través de los sentidos.

Sin embargo, no sólo se debe definir la belleza como aquello que se juzga por el efecto que produce, entendiendo por bello, aquello que deleita. Así pues, la belleza, también es variedad, regularidad, proporción y orden.

Además, si desconocemos la verdadera naturaleza de la belleza, a pesar de que seamos capaces de definirla, ¿cómo sabemos si las ideas que tenemos sobre la belleza son naturales o adquiridas? ¿habría entonces en la naturaleza una regla fija para poder juzgar lo que es bello?

Y más aún, la belleza aquí es sólo descrita desde su plano físico, algo que se aprecia con los sentidos de la vista y el oído, ¿quiere decir eso que una persona ciega y sorda no sería capaz de apreciar la belleza? ¿y se tendría una idea distinta de la belleza si contáramos con más sentidos?

La belleza se ha definido como un universal y nunca se ha negado su existencia, se puede dar la carencia de belleza, pero eso ya está reconociendo su existencia. Entonces ella como universal y nosotros como seres finitos, ¿somos capaces de apreciarla en todo su concepto?

Arteaga prefiere entonces definir la belleza como el ideal dentro de cada una de las artes miméticas, ya que en ellas la belleza es el objeto central de su estudio y existencia. En la música, la búsqueda hacia este objetivo, la belleza se complica aún más que en las otras artes ante la inexistencia de las palabras, que no individualizan el sentido de los sonidos. Además la música no representa de manera visual la belleza que busca y que imita puesto que la partitura no nos muestra los sonidos que luego se generan en los instrumentos y que luego llegan a nuestros oídos.

Las partituras son por tanto un lenguaje inventado por el hombre que no existe en la naturaleza, pero que trata de representar y generar los sonidos que sí se desarrollan en ella.Sonidos que imitan esta belleza de manera menos clara o evidente que los versos, los contornos o los colores por lo inarticulado de su existencia.

Además los sonidos no describen ni imitan la naturaleza y la belleza que en ella se encuentra de manera directa como si lo hace la pintura o la escritura. La música no nos describirá como Dido coge la espada de Eneas para suicidarse, puesto que un intervalo melódico o una armonía no nos pueden describir como la reina coge la espada del naufrago para hundírsela en el cuerpo, pero sí nos describirá la turbación, el patetismo y la pasión de ese momento, es decir nos muestra la belleza igual que las otras artes pero no la describirá ni la imitará.

Es decir, la música como ya comentaran los distintos autores griegos se da en el mundo físico pero no describe a éste sino que su función, su objeto fundamental es la belleza ideal la cual se poduce porque la música mueve a los afectos, imitando interjecciones, suspiros, exclamaciones, inflexiones al hablar y las pasiones.

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