La Consagración de la Primavera, ¿obra verdaderamente bella según los griegos?
"Los que son amantes de la audición y los espectáculos, gustan de los bellos sonidos, colores, formas y todo lo realizado a partir de tales cosas, pero su inteligencia es incapaz de ver y gustar de la naturaleza de la verdadera belleza en sí misma". (Platón, Respublica, 476 B)
El arte, en cualquiera de sus facetas; pintura, música, arquitectura... tiende a mostrar la verdadera belleza a través de colores, sonidos o formas y el receptor, en su menor o mayor conocimiento de la belleza, califica ese arte como bueno o malo, hermoso o feo.
Pero, ¿cuál es la verdadera belleza? Para los griegos era la naturaleza, aquello que les rodeaba y que era perfecto, armonioso y moderado, aquello que mediante la mímesis o imitación pretendían plasmar en sus obras de arte.
Por otro lado también se consideraba que aptitudes como la ética o la utilidad era también sinónimos de belleza, es decir, aquello que es bueno moralmente o que tiene un fin claro, es bello.
La belleza también son los sentimientos y las emociones, así los griegos afirmaban que "aquello que era amado, era bello", provocando, entonces, lo que era feo, desagrado y repulsión.
Por todo ello, si el arte, que pretende en última instancia, mostrarnos la belleza verdadera, es perfecto, armonioso, moderado, bueno, útil y amado, ¿implica ésto que no existe belleza en el desorden, el caos, lo visualmente feo y que no tenga una utilidad clara y que sea arte por el arte?
¿Todas las obras de arte deben seguir un canon matemático que nos resulte agradable a la vista o al oído? Porque, lo que se considera agradable, ¿no es el resultado de una estética impuesta por la sociedad que decide por nosotros lo que es bello y lo que es feo?
Deberíamos pensar entonces que las obras de arte que son consideradas como tal y que se han ido dando a lo largo de la historia de la humanidad, ¿no son el resultado de la estética y gusto de un período o lugar muy concreto?
¿Cómo calificarían los griegos "La Consagración de la primavera" de Stravinsky, obra cumbre de la música académica europea, cuya belleza hoy en día no se pone en duda?
Desde la visión que confiere la distancia, actualmente somos capaces de ver la belleza en una misa de Josquin des Pres, un motete de Palestrina, una fuga de Bach, una sonata de Beethoven o una sinfonía de Mahler, obras con ideales estéticos muy distintos y en muchos casos contrarios, resultado del pensamiento dominante en cada época, lo que se consideraba bueno, justo y bello, de acuerdo a la estética imperante.
En definitiva, ¿cómo se podría por tanto juzgar una obra de arte, cuyo fin es mostrar la verdadera belleza, la cual está íntimamente ligada al concepto de estética que puede agrupar cosas muy distintas y contrarias y que surge del pensamiento del hombre, que es un ser no perfecto?
Si el hombre no es perfecto, la estética enunciada por él tampoco lo sería, y así los ideales que esta promulga no deberían ser universales, por tanto, ¿no sería el arte algo completamente individual?¿Algo que desde los cánones propios de cada persona, con sus experiencias le acerca a lo que el mismo considera verdaderamente bello?
Para ello, ¿es posible que la persona, como zoos politikón, animal social pueda abstraerse de los pensamiento estéticos de la sociedad y el tiempo al cual pertenece, sociedad en la que vive experiencias, es bueno, justo y ama?
El arte, en cualquiera de sus facetas; pintura, música, arquitectura... tiende a mostrar la verdadera belleza a través de colores, sonidos o formas y el receptor, en su menor o mayor conocimiento de la belleza, califica ese arte como bueno o malo, hermoso o feo.
Pero, ¿cuál es la verdadera belleza? Para los griegos era la naturaleza, aquello que les rodeaba y que era perfecto, armonioso y moderado, aquello que mediante la mímesis o imitación pretendían plasmar en sus obras de arte.
Por otro lado también se consideraba que aptitudes como la ética o la utilidad era también sinónimos de belleza, es decir, aquello que es bueno moralmente o que tiene un fin claro, es bello.
La belleza también son los sentimientos y las emociones, así los griegos afirmaban que "aquello que era amado, era bello", provocando, entonces, lo que era feo, desagrado y repulsión.
Por todo ello, si el arte, que pretende en última instancia, mostrarnos la belleza verdadera, es perfecto, armonioso, moderado, bueno, útil y amado, ¿implica ésto que no existe belleza en el desorden, el caos, lo visualmente feo y que no tenga una utilidad clara y que sea arte por el arte?
¿Todas las obras de arte deben seguir un canon matemático que nos resulte agradable a la vista o al oído? Porque, lo que se considera agradable, ¿no es el resultado de una estética impuesta por la sociedad que decide por nosotros lo que es bello y lo que es feo?
Deberíamos pensar entonces que las obras de arte que son consideradas como tal y que se han ido dando a lo largo de la historia de la humanidad, ¿no son el resultado de la estética y gusto de un período o lugar muy concreto?
¿Cómo calificarían los griegos "La Consagración de la primavera" de Stravinsky, obra cumbre de la música académica europea, cuya belleza hoy en día no se pone en duda?
Desde la visión que confiere la distancia, actualmente somos capaces de ver la belleza en una misa de Josquin des Pres, un motete de Palestrina, una fuga de Bach, una sonata de Beethoven o una sinfonía de Mahler, obras con ideales estéticos muy distintos y en muchos casos contrarios, resultado del pensamiento dominante en cada época, lo que se consideraba bueno, justo y bello, de acuerdo a la estética imperante.
En definitiva, ¿cómo se podría por tanto juzgar una obra de arte, cuyo fin es mostrar la verdadera belleza, la cual está íntimamente ligada al concepto de estética que puede agrupar cosas muy distintas y contrarias y que surge del pensamiento del hombre, que es un ser no perfecto?
Si el hombre no es perfecto, la estética enunciada por él tampoco lo sería, y así los ideales que esta promulga no deberían ser universales, por tanto, ¿no sería el arte algo completamente individual?¿Algo que desde los cánones propios de cada persona, con sus experiencias le acerca a lo que el mismo considera verdaderamente bello?
Para ello, ¿es posible que la persona, como zoos politikón, animal social pueda abstraerse de los pensamiento estéticos de la sociedad y el tiempo al cual pertenece, sociedad en la que vive experiencias, es bueno, justo y ama?
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